
Agroquímicos en uva y vino, exportación y prohibiciones internacionales
Actualmente, la sociedad es cada vez más exigente en lo que respecta a la calidad e inocuidad de los alimentos que consume, y sensible a todo lo que se relaciona con las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) prestando especial atención a toda intervención que pueda afectar al medioambiente o tener impactos negativos. Dentro de estas es de especial interés el uso de los agroquímicos en uva y vino.
En las zonas vitivinícolas los productores deben garantizar que sus procesos productivos sean respetuosos del entorno agroecológico y proporcionen uvas de calidad. Para ello deben ser responsables al momento de diseñar los planes de curación, aplicando solo productos inscriptos por SENASA, cumplir con las legislaciones tanto locales como extranjeras y respetar los tiempos de carencia (TC), para asegurar que la presencia de residuos tanto de principios activos (p.a.) o sus metabolitos nunca superen los límites máximos de residuos (LMR) o tolerancias de importación.
El uso de agroquímicos se justifica actualmente bajo estrictos criterios de sustentabilidad económica, social y ambiental del manejo de cultivos, como parte del conjunto de actividades y gestiones, tales como la optimización del uso del agua, planes fertilización y aplicación de enmiendas y un manejo racional del sistema suelo, agua, planta. Ya sean tratamientos preventivos o curativos deben determinarse en función de los riesgos potenciales de desarrollo de las enfermedades y las plagas, y de acuerdo a programas de monitoreo del ciclo biológico de los patógenos y de la ocurrencia de condiciones predisponentes.
Si bien las zonas vitícolas de Argentina se han caracterizado por la baja carga química en términos relativos, debemos aplicar productos para controlar enfermedades como oídio o quintal, Peronospora o mildiu, insectos como cochinillas y la polilla de la vid (Lobesia botrana) y dada la fuerte competencia diseñar buenos paquetes para el control de malezas.
Para evitar que se presenten inconvenientes en la fermentación de vinos, y en las exportaciones de los mismos por problemas con los residuos, los productores deben disponer de la información necesaria sobre el uso correcto de los agroquímicos en uva y vino.
Fitosanitarios en exportación
SENASA actualizó el año pasado el paquete de fitosanitarios permitidos para la polilla de la vid y en su página se puede encontrar el listado de productos permitidos y registrados en uvas de vinificación, así como sus LMR. Recordar que tanto los LMR como los Tiempos de Carencia (T/C) aluden a regulaciones del mercado argentino. Esto es muy importante porque anualmente algunos mercados exportadores como la Unión Europea y Estados Unidos revisan sus listados de permitidos y límites máximos permitidos en las diferentes matrices, y por ejemplo dentro de estas revisiones, la Unión Europea en el 2018 prohibió el uso de iprodiona en uva de vinificación y anteriormente había prohibido la procimidona, ambos activos de uso permitido en Argentina. Otros activos restringidos para este mercado son: buprofezin, dimetoato, ometoato, novaluron, pirimifos metil, pydiflumetofen y zineb entre otros.
En el caso de Estados Unidos se encuentran prohibidos carbendazin, pirimifos metil, dimetoato, ometoato, novaluron, y zineb entre los más importantes.
A partir de este año Brasil prohibió el ingreso de productos con paraquat, herbicida registrado y usado en Argentina.
Desde AGQ Labs y AC2 somos enfáticos en destacar que los planes de curas se deben diseñar cumpliendo con los requisitos establecidos por Buenas Prácticas Agrícolas alternando siempre agroquímicos registrados por SENASA en las matrices correspondientes y conocer los LMR de los mercados de manera de trabajar con los tiempos de carencia adecuados, y realizar análisis de residuos en la materia prima y los vinos u otros productos de esta cadena con el fin de evitar posteriores rechazos en los destinos. Con y el impacto comercial y de marca que estas críticas situaciones pueden implicar.
Contacte con nosotros ya que el equipo de especialistas alimentarios de AGQ Labs y AC2, nuestra presencia internacional en los principales mercados de nuestras exportaciones y las capacidades analíticas de alta performance de nuestros laboratorios, sin duda nos posicionan para poder acompañar al sector en el complejo circuito de toma de decisiones asociado a la construcción de los planes de curas para los problemas sanitarios en los entornos productivos de la Argentina vitivinícola.